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jueves, 8 de noviembre de 2012

Los chakras

Los flujos de energía que componen nuestros cuerpos crean,al entrecruzarse,auténticos centros energéticos llamados chakras.La palabra chakra procede de un término sánscrito que significa rueda y que indica el contínuo girar de estos centros de energía en nuestros cuerpos sutiles.Las ciencias médicas orientales,distinguen 3 clases fundamentales de centros energéticos:
  • los puntos de acupuntura,a cuya altura se entrecruzan 7 líneas energéticas
  • los chakras menores,a cuya altura se entrecruzan 14 líneas energéticas
  • los chakras mayores,a cuya altura se entrecruzan 21 líneas energéticas
Mientras que el número total de centros energéticos es muy alto,aquí sólo nos interesan los 7 chakras mayores,que están situados a lo largo del eje central del cuerpo humano,desde la base de la columna vertebral hasta poco más allá de la cabeza.Desde un punto de vista físico,estos centros de energía se corresponden de una forma bastante precisa con las glándulas endocrinas más importantes del cuerpo físico.
Frente a las críticas que la ciencia oficial lanza a menudo a estas teorias,el hecho de que las funciones de estas glándulas se correspondan estrechamente con las funciones atribuidas por el yoga a los chakras nos lleva,a considerar que el sistema de fisiología "invisible" del hombre desarrollado por las culturas orientales,constituye un auténtico mapa de un sistema psicofisiológico del ser humano,hasta ahora descuidado.

Ejercicios para ver el aura

Primer ejercicio:
  • nos instalaremos en una habitación tranquila y con una luz difusa
  • aproximaremos las manos y las mantendremos así durante un minuto,más o menos
  • separaremos las manos y las mantendremos a unos 10 cms.de distancia
  • describiremos con las manos unos círculos de unos  5 cms.de diámetro; experimentaremos una sensación de hormigueo en las palmas,o bien nos parecerá que hay algo impalpable,aunque concreto,en el espacio entre ambas manos,una especie de diferencia de presión.Esta es la energía de nuestra aura.
  • repetiremos el paso anterior,esta vez aumentando la distancia entre ambas manos hasta unos 30 cms.Notaremos la misma sensación,como si algo tratara de separar nuestras manos; de hecho,hemos puesto en contacto los bordes de nuestros cuerpos energéticos.
  • ahora giraremos las palmas de las manos hacia la cara,manteniendo los dedos separados 1,2 o 3 cms.a ser posible frente a una pared blanca y desnuda.
  • nos relajaremos y miraremos el espacio que queda entre los dedos.Deberíamos lograr ver una especie de neblina entre ellos.Con la práctica,la neblina será sustituida por colores.